¿Cómo curarlo?
Palabras màs y palabras menos... en un sinnùmero de actitudes, fines y ensayos.
Actitud, aptitud, vocablos perdidos en un léxico que poco importa dentro del verde selvàtico
de la adolescencia popular. Qué màs da cuando entiendo mi presente y sufro de abandono
abuso infantil y enfermedades venéreas. Qué tanto puede importar si mi vecino es el líder
de la pandilla de mi barrio y la muerte de mi padre no trajo la paz por la que lucho junto a
sus soldaditos de plomo y desde sus entrañas escaparon sus sueños hechos cenizas?
La creación en su cenit, trajo consigo al hombre y
este se ha gastado las tres cuartas partes de su oportunidad para subsistir, en
vanalidades y violencia. Históricamente, su determinación por vivir en
comunidad, vino a solucionar sus necesidades màs sentidas (alimentación,
protección, vivienda, convivencia)
A pesar de su afán por el conocimiento, la toma de decisiones, también se convirtio en karma, cuando los intereses personales hicieron sentir mediando golpes de estado, dictaduras, anarquía y en últimas, la abstención y negación por cualquier tipo de ideología.
Es allí donde surge la urgencia por la formación en valores y moral.
El día a día requiere la práctica cotidiana de ciertas actividades que se convierten con el paso del tiempo en hábitos; hábitos buenos o malos, de acuerdo al sentir individual, a las caracteristicas de la labor desarrollada y a la formación que desde el hogar se venga teniendo.
Seres sociales o individuos desadaptados, comprometidos con la vida y su sistema o llenos de rencor y espìritu de venganza, todo esto, en la vivencia de una cronología acumulativa de recuerdos, aciertos y desaciertos escritos en la historia.
En el momento en el que aparece la necesidad de tomar las riendas de nuestra propia vida, y es innegable la buena suerte de quienes tienen a su lado a un lider asertivo; cuando se unen la ciencia y el arte de vivir, son esos buenos hábitos los que ayudan a los seres a existir, a prevalecer, a hacer historia eternizando su especie mediente los vínculos irrompibles de la responsabilidad, la autoestima y el compromiso.
A pesar de su afán por el conocimiento, la toma de decisiones, también se convirtio en karma, cuando los intereses personales hicieron sentir mediando golpes de estado, dictaduras, anarquía y en últimas, la abstención y negación por cualquier tipo de ideología.
Es allí donde surge la urgencia por la formación en valores y moral.
El día a día requiere la práctica cotidiana de ciertas actividades que se convierten con el paso del tiempo en hábitos; hábitos buenos o malos, de acuerdo al sentir individual, a las caracteristicas de la labor desarrollada y a la formación que desde el hogar se venga teniendo.
Seres sociales o individuos desadaptados, comprometidos con la vida y su sistema o llenos de rencor y espìritu de venganza, todo esto, en la vivencia de una cronología acumulativa de recuerdos, aciertos y desaciertos escritos en la historia.
En el momento en el que aparece la necesidad de tomar las riendas de nuestra propia vida, y es innegable la buena suerte de quienes tienen a su lado a un lider asertivo; cuando se unen la ciencia y el arte de vivir, son esos buenos hábitos los que ayudan a los seres a existir, a prevalecer, a hacer historia eternizando su especie mediente los vínculos irrompibles de la responsabilidad, la autoestima y el compromiso.
Indudablemente, cuando se pertenece a un estado de derecho, la ley tiene que
hacerse hábito; debe convertirse en el pan de cada día y en la temática de
estudio en las aulas escolares, a partir del mismo nivel preescolar.
Con razón se afirma que “acciones son amores y no buenas razones” empezando por las costumbres podemos acercarnos a los buenos hábitos y conquistar las virtudes humanas.
Con razón se afirma que “acciones son amores y no buenas razones” empezando por las costumbres podemos acercarnos a los buenos hábitos y conquistar las virtudes humanas.
Años de violencia de lucha armada y de cambios en la
búsqueda de la cotidianidad, enseñan con creces la necesidad de un afàn
personal por hacer de la propia vida un trascender ùtil y acertado. Las
premisias contitutivas del futuro están escritas en las células del cuerpo;
deberán ser entendidas por la mente humana y aplicadas en la preservación de la
vida. Por la familia, por una sociedad en paz, vale la pena vivir
coherentemente, en la observancia de la ley.